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¿Qué es y para qué sirve el desarrollo organizacional?


Una vida larga y saludable es uno de los grandes anhelos humanos, pero enfrenta diferentes realidades individuales, desde el tiempo de nuestra concepción, nacimiento, crecimiento, madurez y vejez. Las capacidades, oportunidades y formas de enfrentar las circunstancias que tiene cada persona, marcan notablemente la calidad y expectativas de vida.

Una situación muy similar ocurre con el ciclo de vida de cada organización que hemos creado[1]. Las circunstancias que rodean su nacimiento y el período de crecimiento, son determinantes de la calidad de resultados y tiempo de existencia organizacional. Es posible por tanto, guiar una vida organizacional lo más larga, saludable y exitosa posible.

Somos parte de alguna forma de organización social, donde interactuamos con diversos individuos, grupos, niveles organizacionales o redes interrelacionadas, trabajando temporal o permanentemente por algún propósito o interés común. El largo proceso de transformaciones de la sociedad humana, desde los milenarios conceptos de clanes y familia, hasta las complejas relaciones actuales, evidencia la situación del mundo actual y las tendencias a futuro, donde las organizaciones locales, necesitan adaptarse a mayores interrelaciones nacionales, regionales y globales.

Los nacimientos, crecimientos y tiempos de vida de las diferentes organizaciones, son mayormente influenciados por las formas en que se han enfrentado las circunstancias específicas, adversas o favorables. Una alta incidencia se atribuye al apropiado uso de las capacidades, habilidades y actitudes de los involucrados, para asumir los retos y/o la necesidad de adaptación a las situaciones presentadas. Las organizaciones, grupos o instituciones, requieren con mayor frecuencia, cambios y/o ajustes a medida que las innovaciones tecnológicas, nuevos escenarios y avances en las comunicaciones, favorecen una mayor complejidad y multiplicidad de relaciones. Los ambientes internos y de los entornos de trabajo sufren frecuentes variaciones, que demandan adaptaciones efectivas, cuidando especialmente las relaciones e interdependencias con usuarios, clientes y proveedores.

Hablar de desarrollo organizacional, por consiguiente, implica la necesidad de tener un conocimiento cabal del funcionamiento interno de nuestra organización, así como del entorno en que se desenvuelve. Este conocimiento, colectivamente compartido, sustenta las formas de generar y/o fortalecer capacidades propias, habilidades, valores y actitudes, tanto individuales como colectivas, en los diferentes niveles organizacionales. Se trata de mantenernos siempre, anticipadamente actualizados y preparados ante los retos y/o adaptaciones que plantean los escenarios de las cambiantes circunstancias que debemos enfrentar.

El desarrollo organizacional es un proceso continuo de análisis, que guía una apropiada planificación estratégica prospectiva, su implementación, monitoreo, evaluación, con un enfoque al mejoramiento continuo y sostenible. Los niveles de efectividad requieren que los cambios/ajustes sean producto de una toma de decisiones sistémica, bases de datos confiables, una rigurosa investigación-acción, información continuamente actualizada y evaluación periódica, en un marco de solvencia profesional y académica.

Los resultados, efectos e impactos esperados, necesitan la cohesión organizacional, el alineamiento y articulación a la finalidad, propósito, objetivos y metas estratégicas, desde cada miembro y nivel de responsabilidad. Se busca generar pensamiento crítico, estratégico y solidario, con principios para construir autoconciencia, aceptación y acción, que mejoren las potencialidades existentes de desempeño y efectividad. El proceso está dirigido además para producir una alta motivación y autoestima, realzando valores individuales y colectivos, para crear un apropiado sentimiento de realización y pertenencia organizacional.

El desarrollo organizacional consiste en el mejoramiento planificado del desempeño de los individuos, gerentes y líderes, en un ambiente de sinergias positivas, bajo un esquema de facilitación, asesoría, entrenamiento y desarrollo personal de cada miembro. Articula los conocimientos, aspiraciones e ideas individuales, como insumos organizacionales clave, para que los grandes sueños sean realidades viables, construidas colectivamente, mediante estrategias innovadoras, estándares específicos, códigos de ética y compromisos debidamente consensuados.

El escritor británico Charles Lutwidge Dogson, bajo el seudónimo de Lewis Carroll, nos dejó la conocida novela infantil Alicia en el país de las maravillas, escrita en 1865[2]. La obra ha sido ampliamente difundida en el mundo, como una de las mejores novelas de su tipo, generando numerosas inspiraciones y, para los estudiosos del desarrollo organizacional, excelentes lecciones prácticas[3].

Entre ellas, en una parte del diálogo de Alicia con el Sombrerero Loco, éste le plantea un acertijo: ¿Por qué querrías ser mejor en algo y nunca volver a hacerlo? La aplicación organizacional señala que a menudo nos enfocamos más en aprender de las cosas que hemos hecho mal, para evitar repetirlas. Mejor deberíamos enfocarnos en aprender cómo desarrollar apropiadas conductas y acciones, anticipadamente. Los gerentes de proyectos han encontrado, entre sus primeras lecciones, que es más fácil ser proactivo y resolver cualquier situación antes que se complique, en lugar de reaccionar para corregir errores, luego de producidas las consecuencias. Una actitud proactiva facilita encontrar acciones apropiadas, desde el inicio, ahorrando tiempo, esfuerzos y desgaste emocional.

El cuerpo de una organización social, institucional o familiar, es un organismo vivo, que cambia interiormente así como el contexto en el que se desenvuelve. Si queremos para nuestra organización una vida tan larga y saludable como sea posible, evitemos su muerte prematura, conociéndola profundamente, construyendo información relevante y confiable, para cuidar que su desempeño, pertinencia y efectividad aseguren condiciones de éxito y sostenibilidad.

Luis F. Gallegos-Rodríguez

Master en Dirección y Gestión de la Administración Local; MSc. Town Planning; Arq. Profesor de maestrías, Pontificia Universidad Católica, PUCE, Quito, Ecuador

Marzo 2018

Referencias:

[1] El ciclo de vida de las organizaciones (https://www.liderempresarial.com/colaboradores-2/el-ciclo-de-vida-de-las-organizaciones/)

[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Las_aventuras_de_Alicia_en_el_pais_de_las_maravillas

[3] Lessons from Alice in Wonderland, by Ideogram, April 30, 2012 (https://daxko.com/blog/2012/04/lessons-from-alice-in-wonderland/)

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